En la Sala Bancaixa de Valencia tenemos ocasión de contemplar la maravillosa iconografía ortodoxa rusa.
Contemplar los "Iconos" de Rublev, implica tener en cuenta varios factores, imprescindibles para una comprensión y comprehensión de aquello que está hecho para elevar el espíritu:
1.- Los Iconos no son "cuadros", son "Sacramentos" através de los cuales el creyente se une a Dios y Dios derrama su gracia sobre la Humanidad. No tiene la misma consideración ni el mismo fin (ni de lejos) que los cuadros e imágenes católicas. Para el ortodoxo, son los mismos ojos de Dios, de Cristo, de la Madre de Dios, de los Santos, los que miran en los ojos del Icono.
2.- El Icono nace en un ambiente intimo, en el que corazón, mente, mano y mirada del monje se unifican en actitud orante. No hay tiempo, no hay espacio, se abre la ventana a lo eterno.
3.- Mirar un Icono, no es mirar, es "Contemplar". Contemplar, es la mirada que nace de lo más profundo del corazón, aquí Budismo, Cristianismo, Islamismo, Judaismo encuentran el punto de conexión: en la mirada contemplativa, por la que Dios penetra en los poros de la Vida; como dijere San Juan de la Cruz "aquesta eterna fonte está escondida, su origen no lo pues no le tiene, mas se que todo origen de ella viene, aunque es de noche".
Las manos del "artista", del iconógrafo, son besadas por los monjes, que en ellas reverencian una profundidad alcanzada y en torno a él rezan, para que la atmósfera se preñe de lo divino.
En nuestro caso, la exposición en la Ciudad del Turia, es Andrei Rublev el autor de las pinturas que podemos contemplar.
Rublev, San Andrei Rublev (canonizado en 1988), conoció la vida monacal (caparazón vital) y salió a conocer la realidad del hombre que le rodeaba (hambre, miseria...) y, tras tocar fondo resurge, cual Ave Fenix, con un nuevo rostro y una nueva mirada que le llevarán a iniciar esta forma de representación: la Iconografía.
En 1405 formó parte del equipo que decoró la Catedral de la Anunciación del Kremlin de Moscú), inicialmente se mantiene dentro de las pautas clásicas del hieratismo bizantino, sinembargo inicia una nueva andadura introduciendo una cara más amable, unas expresiones y posiciones más humanas.
Al admirar estas obras expuestas, hemos de tener en cuenta cuatro detalles:
a) Sobre la representación de Cristo:
- Santa Faz (Mandylon).
- Infante con las Escrituras y rostro adulto significando la Sabiduria Eterna (Emmanuel).
- Cristo Juez o Glorioso
- Cristo con los Santos (Deesis).
- Iconos de la Vida: Natividad, Hypapante, Presentación, Bautismo
- Iconos de la Pasión.
- Iconos de la Resurrección.
Las letras que figuran significan "Yo soy", del Evangelio de San Juan.
En el curioso Icono "Descenso a los Infiernos" se representa el acto de Fe del Credo Apostólico que reza "...descendió a los Infiernos y, al tercer día, resucitó de entre los muertos...", Cristo rescata del Hades a cuantos le precedieron. En la Iglesia de Nuestra Señora de la Caridad (en la capilla Bautismal) de Los Alcázares (Murcia) y en la Iglesia de Nuestra Señora de la Paz (Via Crucis) de Granada, hay sendas representaciones iconográficas del ceramista Víctor Viciano, basadas en esto.
b) Sobre la representación de la Virgen:
- La mirada de la Madre de Dios aúna la mirada de tristeza y la de sabiduría.
- El vestido es azúl (pureza) y lleva bocamangas (sacerdocio), con 3 estrellas (virgen antes, en y después del parto).
- Representaciones:
> Orante o del Signo (Panagia).
> del Camino (Odigitria).
> de la Ternura (Eleusa).
> Llena de Gracia (Panacranta).
> Intercedora (Agiosortisa).
c) Sobre la representación de los Santos:- Se les representa con su símbolo caraterístico y propio, desnudo o vestido con las ropas de su orden.
Actualmente, en España se producen Iconos en varios puntos y por diversas Comunidades religiosas.
El más reconocido artista iconográfico es el pintor Gaspar Garijo, afincado en Granada, que bebe de las fuentes ortodoxas y católicas y budistas; ha realizado su propia experiencia desde un inicio autodidacta hasta el camino iniciático religioso.
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