La Constitución Española de 1978, en su artículo 47 dice "Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda y adecuada", algo que tras mas de 3 décadas en España sigue siendo algo indispensable y que ninguno de los Gobiernos demócratas ha llevado a la práctica, además de impedir el Tribunal Costitucional que un ciudadano pueda invocar tal derecho contra la Administración en tanto no se promulgue la correspondiente Ley. No es un artículo "papel mojado", pero sí está sometido al albur de los políticos de turno. El primer Ministerio de la Vivienda fue creado por Franco (1957/75), en la etapa democrática fue con Suárez (1975/77) y posteriormente no lo hubo hasta la llegada de Zapatero, quien en declaraciones a Onda Cero el 17 de Marzo de 2004 prometió que lo haría realidad, comprometiéndosr a acabar con la especulación urbanística y facilitar el acceso a la vivienda, además de crear una empresa pública de alquiler junto con una oferta de VPO.
Antonia María Trujillo sería la flamante Ministra de la Vivienda que estrenaría la novedad, alardeando en su Comparecencia del 27 de Mayo de 2004 ante el Congreso de los Diputados, de que estaría "encuadrado dentro del concepto de una política progresista, coherente y valiente...señalando que la política fiscal del Gobierno Aznar ha venido siendo contrario a las políticas europeas". Le sustituyó Carnen Chacón y Beatriz Corredor ha sido la encargada de echar el cerrojo y bajar la persiana.
El pasado día 20, Zapatero dio por finalizada la existencia del Ministerio de la Vivienda, su "proyecto estrella" que no ha sobrevivido ni a la crisis económica ni a la de gobierno, atrás quedan una Ley del Suelo, dos Planes Estatales de Vivienda, la Sociedad Pública de Alquiler, el Código Técnico de Edificación y la Renta Básica de Emancipación, acompañadas de ideas tan surrealistas y no menos polémicas como la de regalar 20.000 pares de zapatillas a jóvenes para que se patearan la calle buscando casa.
El Ministerio peor valorado por los españoles ha cerrado por falta de liquidez. Y con su cierre, quedan atrás los Derechos Constitucionales.
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