Debo de reconocer que Rafael Álvarez me "embrujó" aquella tarde -ya lejana- que subió al escenario del Teatro Olympia la figura de Harpagón.
El Ávaro es una comedia de equívocos, enredos y disparates, con una curiosa intriga.
No obstante, y aceptando estos ingredientes, no debemos olvidar que se trata de una comedia dramática. Una comedia de caracteres que, en un clima agridulce claroscuro, refleja con amargura los vicios y valores del ser humano. El ávaro, Harpagón, no sólo es un ser ridículo, irrisorio o divertido. No es un payaso ni un bufón que haga reír. Es sobre todo un ser patético, aislado y lleno de amargura. Un virus que contagia a cuantos rodean a este ególatra.
No obstante, y aceptando estos ingredientes, no debemos olvidar que se trata de una comedia dramática. Una comedia de caracteres que, en un clima agridulce claroscuro, refleja con amargura los vicios y valores del ser humano. El ávaro, Harpagón, no sólo es un ser ridículo, irrisorio o divertido. No es un payaso ni un bufón que haga reír. Es sobre todo un ser patético, aislado y lleno de amargura. Un virus que contagia a cuantos rodean a este ególatra.
En diciembre de 2002 se le concedió a Rafael Álvarez la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, máximo galardón que concede el Ministerio de Cultura y que SS.MM. los Reyes de España entregaron en septiembre de 2003
Del 3 al 14 de Noviembre "El Brujo" nos brinda otra noche de magia con : "El Testigo"
Teatro Olympia de Valencia. Anticípate y mira el vídeo
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