Llevaba ya tiempo con ganas de hacer una escapada al Teatro, no tenía claro qué es lo que me apetecía y, por lo tanto, era cuestión de estar atenta a la Cartelera de Valencia.
De repente algo hay que si me apetece y me ilusiona es Rafael Álvarez "El Brujo", viene a la Capital del Turia y yo, lo confieso, soy una gran admiradora suya, así es que... manos a la obra!
Hoy, como cualquier día de una persona que como yo se deda a asesorar en planes de previsión, de ahorro, etc. es un día de habitual tensión por lo que ya bien pertrechada y acicalada me doy este premio porque yo me lo merezco y también los que están alrededor mío.
Encaminando mis pasos hacia el Teatro Olympia pienso en la última vez que asistí a su espectáculo, voy segura de que vale la pena.El abigarrado Teatro choca con lo minimalista del atrezzo que hay situado por el escenario muy calculadamente, geometría! Algo va a tener que ver la geometría con este "Evangelio de San Juan" y, efectivamente, la narración de los episodios a modo de "misterio bufo" y la declamación de estos nos conduce durante dos horas y media de tensión escénica a través de la historia, del esoterismo, de la actualidad que vivimos...
El monólogo de "El Brujo" es un diálogo con los músicos, con las luces, con los silencios y los claroscuros que une íntima e intrínsecamente al actor y al público para quien hay un reto constante "quién es ese?" y la repetida "ustedes son los que han de decidir que quieren y como".
Ha valido la pena reír, escuchar, callar, aplaudir y casi flotar con "El Brujo" o caminar como hacia este simulando a los que "le siguen", al final el largo aplauso ha mostrado mi corazón rebosante de alegría y con un par de questiones a dirimir por culpa de este brujo que embruja con sus gestos, con su voz, con su mensaje.
Que ustedes también lo disfruten..
No hay comentarios:
Publicar un comentario